El muchacho con cara de buena persona que está arriba es Dominic Goodmoney, de 17 años y natural de Alburquerque (EE.UU.). Como se puede observar es un simpático joven bien centrado y con los pies en el suelo.
Así que nadie se explica cómo enajenado logró colarse en una funeraria del lugar. Allí empezó a golpear el cadáver de una mujer y, tras el combate, la emprendió con el mobiliario del lugar…
… o, al menos, es lo que pudieron imaginarse los agentes, que encontraron a Dominic sangrando, metiéndose los dedos en sus propias heridas, aturdido y golpeando su cabeza contra un muro del lugar.
El chaval fue llevado ante un juez, claro. Fue acusado de robo y vandalismo. Sin embargo, según las autoridades, “hay una laguna en la ley que no cubre los daños a cadáveres”.
No sabemos qué pasará con Goodmoney, aunque habiendo muertos, heridas y un tipo enajenado alguno se imaginará algo misterioso, tétrico… y terrible.
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Un hombre ejecutivo destinado temporalmente en Paris por negocios, recibe
una carta de su novia desde Chile
La carta decía lo siguiente:
Querido Alejandro:
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